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HEMICOLECTOMÍA IZQUIERDA LAPAROSCÓPICA

Anatomía
:  El colon o intestino grueso es la última porción del intestino; es un órgano tubular de aproximadamente un metro y medio, tiene forma de signo de pregunta, comienza al terminar el intestino delgado (ileon) y termina en el recto-ano (en la pelvis). Su pared tiene tres capas: la interna o mucosa, la media o muscular y la serosa. Se lo divide en colon derecho e izquierdo de la línea media; se encuentra irrigado por dos arterias, una para el colon derecho, otra para el colon izquierdo. Anatómicamente también se lo divide en sectores que se denominan ciego, colon ascendente, colon transverso, colon descendente y sigmoides.

Preparación del colon: Tanto para los estudios endoscópicos como para la cirugía, debe realizarse la limpieza o preparación del colon.

¿Qué anestesia se utiliza? Solamente anestesia general.

Procedimiento laparoscópico
Se trata de una técnica mínimamente invasiva que realiza el procedimiento quirúrgico a través de cuatro o cinco incisiones menores de un centímetro. Bajo anestesia, se introduce anhídrido carbónico en la cavidad abdominal para separar la pared de las vísceras y crear una cámara aérea. A través de los orificios mencionados se colocan cánulas o tubos que permiten deslizar una óptica tubular conectada a una minicámara de video y el procedimiento se realizará observando un monitor. Por los otros orificios se introduce instrumental para cortar, separar, coagular y suturar. Se busca la lesión y se identifica la arteria que alimenta al colon izquierdo; se clipea y secciona. Se libera el colon izquierdo de sus adherencias normales a la pared posterior del abdomen hasta pasar el ángulo esplénico, junto con su meso, vasos principales y linfáticos. Para completar la operación, se amplía alguna de las incisiones para permitir extraer el intestino, completar la sección del mismo y realizar la anastomosis. Se realiza la unión de los dos tubos residuales (anastomosis) utilizando una máquina que efectúa la costura (sutura mecánica). Se prueba la hermeticidad de la unión y se cierra el abdomen dejando drenaje y sonda vesical. Al terminar se extrae el gas.
En pocos casos por dificultades técnicas, obesidad, cirugías previas o procesos inflamatorios o sangrado puede suceder que deba recurrirse a convertir la cirugía laparoscópica en abierta, ya que la seguridad del paciente es prioritaria. No debe ser vista como un fracaso sino como un cambio de vía o estrategia.

Uso de colostomía: Habitualmente, no se realiza colostomía en una cirugía programada excepto que la anastomosis mecánica filtre y sea necesaria la reparación manual, o que los tejidos que se suturan no reúnan las características de normalidad necesarias para esta intervención.

Complicaciones: Como en todo procedimiento quirúrgico deben considerarse complicaciones. Aunque son poco frecuentes, y no se limitan solamente a las siguientes, se mencionan: dolor, sangrado, infección, lesión de órganos (hígado, bazo, uréter), trombosis venosa profunda, hematomas. Específicamente, en cirugía colónica,  debe considerarse la falla en la anastomosis (dehiscencia o filtración), es decir, que lo suturado no cicatrice, que en caso de aparecer, requerirá de tratamiento complementario.

Ventajas: El procedimiento mínimamente invasivo o laparoscópico genera menos dolor postoperatorio, mejor recuperación, mejor cosmética, menor tiempo de internación y regreso temprano a la actividad normal.

Cuidados postoperatorios: ver analgésicos, actividad, alimentación, medicación habitual.